Testimonio de Claudia Andrea Pointet

Migración:
Chile-Francia, Francia-Chile


Mi migración comenzó cuando conocí a mi marido francés en Chile. Nos
casamos en Francia en el año 1991, pero luego planeamos volver a Chile.
El tenía un proyecto turístico en el sur del país y pusimos todas
nuestras energías para realizarlo. A los dos años de nuestro matrimonio,
tuvimos nuestro primer hijo, Daniel. Cuando nuestro bebé tuvo
19 días emprendimos el viaje de regreso a Chile. Yo estaba ansiosa de
ver mi gente, mi país, mis paisajes y mis aromas del sur, precisamente
en Concepción.

No nos dimos cuenta cómo pasó el tiempo. Cuando Daniel tuvo 6
meses emprendimos el viaje de vuelta a Francia. No teníamos
suficiente dinero para mantenernos y mi marido podía trabajar
en Francia. Ahí nos quedamos 9 meses y llegamos a Chile a
principios del año 1995.
Construimos una casa en Concepción y mi marido se puso a
construir una embarcación turística en Puerto Montt.

Las cosas se pusieron difíciles cuando esperaba a mi hija. El
embarazo fue terrible y su nacimiento cambió nuestros planes
debido a su enfermedad. Discapacitada mental y físicamente,
nos llevó a abandonar el proyecto de la embarcación turística
y mi marido empezó a trabajar en Concepción en una
constructora. Con esta situación no pudimos viajar a Francia,
hasta que mi marido decidió ir a trabajar por 7 meses mientras yo me
quedaba en Chile.

Lamentablemente, cuando volvió y retomó su proyecto de turismo
en el sur de Chile, nos dimos cuenta que la empresa no funcionaba
como lo esperábamos y la situación de mi hija era mala. La situación
económica era primordial, lo cual mi marido debió volver a Francia
mientras que yo esperaba nuestro tercer hijo.
Otra vez me quedé sola.
A fines del año 2000 tuvimos que tomar otra decisión. Hicimos
nuestras maletas y migramos en familia a Francia. Desde enero del
año 2001 vivimos en una ciudad de los Alpes. Pero creo sinceramente
que mi migración quedará hasta aquí. Una vez que la familia está
instalada, nuestra hija bien cuidad, mi marido con buen trabajo
y yo bastante adaptada, no puedo pensar en volver a Chile.
Si, vuelvo a ver a mi gente, mis amigos, mis paisajes y
mis aromas preferidos.

Este es mi testimonio. Si desean leer más les recomiendo mi libro
Muñeca de Trapo (arcoiris editions) Para cualquier información,
pueden escribirme a: andreapointet@yahoo.fr